lunes, 21 de junio de 2010

• REIKI Y CIENCIA


Durante los últimos años reiki (y otras terapias bioenergéticas que trabajan con las manos) están gozando cada vez de mayor aceptación entre una amplia variedad de profesionales de la salud, desde enfermeras y médicos hasta quiroprácticos y masajistas terapéuticos. Hay hospitales y clínicas en varios países que han oficializado la presencia de profesionales en estas terapias complementarias.

La técnica consiste en colocar las manos sobre o cerca del cuerpo del paciente canalizando energía curativa del sanador/emisor al receptor, empleando la capacidad humana para dirigir de forma consciente el flujo de energías curativas multidimensionales al cuerpo y sus sistemas de energía física y espiritual asociados para dar lugar a cambios curativos.

La aceptación del método se debe en parte al creciente número de estudios de investigación que tienden a validar algunos de los cambios fisiológicos y beneficios curativos que afirman obtener los médicos que aplican estas terapias complementarias. Se ha demostrado que son eficaces para reducir la ansiedad, inducir estados de profunda relajación y acelerar la recuperación postoperatoria.

Ya desde hace unos cien años, las investigaciones de la medicina académica han conducido al descubrimiento y utilización de las energías eléctrica y magnética en aplicaciones diagnósticas y médicas. Siguiendo los mismos principios biofísicos y usando detectores especiales, el Dr John Zimmerman en la Universidad del Centro Médico de Colorado, pudo medir unos débiles campos magnéticos pulsantes que emanaban de las manos de los practicantes, indicando que algo inusual sucedía a nivel sutil. A continuación, diversos investigadores han desarrollado ensayos variados comprobando, entre otras cosas, que se producían cambios fisiológicos ponderables en seres humanos, animales e incluso plantas a niveles estadísticamente significativos. Sus trabajos aportaron nuevas validaciones acerca de la efectividad de estas terapias.

La integración de la investigación científica a la medicina complementaria constituye un tremendo desafío. Según el Dr. James Oschman, la ciencia puede ayudar al practicante a desarrollar una mejor comprensión de los efectos de su trabajo en los niveles celulares y moleculares. Reiki y otros métodos ciertamente no violan los principios de la física. Si bien hay mucho que aprender se están empezando a desarrollar exploraciones lógicas e hipótesis comprobables, modelos y teorías en relación con estos métodos y esto lleva la marca de la verdadera ciencia.

(del Maestro Claudio Marquez)