Sesiones

Un tratamiento de Reiki básico consiste en 8 sesiones en días lo más cercanos posibles, de una hora de duración cada una aproximadamente, y luego de ese período más intenso se realizan sesiones periódicas más espaciadas (semanales, quincenales) para ir acompañando el proceso personal del paciente.
Mi estructura general de trabajo es la siguiente:

•Entrevista de diagnostico inicial con el paciente: en esta primera parte del tratamiento, el paciente presenta su problemática y responde algunas preguntas que sirven para tener una idea más clara acerca de hacia dónde dirigir la terapia; luego de esto, se procede a la técnica que inicia todo tratamiento. Básicamente, es una limpieza y escaneo genral del sistema energetico del consultante que determinará las primeras metas.
•Sanacion del pasado: el paciente hace un repaso guiado de todas las situaciones que le generaron conflictos y que aún no ha podido resolver. Mediante el envío de perdón, aceptación y sentimientos similares a momentos dolorosos, buscamos que pueda comenzar un cambio de visión respecto de los temas pendientes en su vida, de manera tal de poder convivir con ellos de una manera más armónica hasta lograr resolverlos.

•Desbloqueo energético: permite remover emociones bloqueadas en alguna parte puntual del cuerpo, que se manifiestan en forma de contracturas, dolores o enfermedades.

•Armonizacion del cuerpo mental-emocional: en esta parte del tratamiento se trabaja el pensamiento positivo del paciente. Esto es lo que permite, junto con la repetición de las afirmaciones que va a recibir al terminar el tratamiento, el cambio de conciencia necesario para poder lograr el equilibrio.

•Tratamiento de cierre: lo utilizo para concluir el tratamiento. A partir de esta última sesión, el paciente continúa con su proceso de sanación personal con los elementos y conclusiones que hayan surgido en el periodo de terapia.
Al final del tratamiento, suelo dar una afirmación para repetir 9 veces diarias por 30 días seguidos; esto se hace para fortalecer la creación de un nuevo hábito.
Una de las razones de las sesiones periódicas después de esta etapa más intensa del tratamiento es seguir trabajando con Reiki mientras las afirmaciones van actuando sobre el paciente.

Si imaginamos los problemas como las capas de una cebolla, primero resolveremos los más inmediatos o los más accesibles a nuestra conciencia; no obstante, una vez resueltos podrían surgir otros conflictos latentes no manifestados hasta ese momento.

Es muy común que el paciente, por estar abrumado por sus problemas, no vea las situaciones con claridad y desaproveche oportunidades de mejorar su situación; por eso luego de un tratamiento de Reiki parece que uno “atrae” cosas positivas, cuando en realidad esto no tiene nada de mágico o milagroso, sino que es producto de un cambio de actitud ante la vida.

Si bien nuestras acciones están condicionadas por muchos factores que desconocemos, lo cierto es que somos creadores de nuestra realidad. Y somos nosotros mismos quienes elegimos la forma de actuar ante cada uno de esos condicionamientos externos. Es justamente en este punto donde se encuentra la clave para superar los conflictos